Washington.- Durante casi dos décadas como oficial de policía y detective de narcóticos, Joseph E. Franco realizó miles de arrestos, muchos por posesión y venta de drogas. Franco a menudo trabajaba encubierto y su testimonio aseguró condenas para los fiscales de la ciudad.
Pero los funcionarios que alguna vez confiaron en Franco están cuestionando sus casos. Después de que fue acusado de mentir sobre ventas de drogas que los videos mostraron que nunca sucedieron, Franco fue acusado de perjurio en Manhattan en 2019.
Ahora, las consecuencias del trabajo policial de Franco se están extendiendo: hasta 90 condenas que ayudó a conseguir en Brooklyn serán descartadas. Podrían seguir muchos más casos en otros distritos, un cálculo que, según los abogados, parece más grande que cualquier otro en el sistema legal de la ciudad en la historia reciente.
Este miércoles, el fiscal de distrito de Brooklyn, Eric González, pedirá a los jueces que desestimen casos de drogas de hace años en los que Franco sirvió como testigo crucial. La oficina no descubrió nueva evidencia de posible mala conducta, y ninguna de las personas involucradas permanece tras las rejas. Pero González dijo que había perdido la fe en la credibilidad de Franco.
“Estamos en un momento de hablar sobre la reforma de la justicia penal”, dijo González en una entrevista esta semana. “Está claro que no podíamos confiar responsablemente en su testimonio para defender estas convicciones”.
